Liberándote de los Dolores del Pasado

Todos tenemos historias que podemos compartir y liberar o retener y repetir. Para muchos, aferrarse y repetir lleva a enredarse en nuestras propias experiencias. Lo que sentimos hoy en el presente a menudo depende de nuestra interpretación de nuestras experiencias pasadas. Se dice que los humanos son "máquinas de crear significado"; todos podemos asignar significado a situaciones experimentadas en el pasado. Los significados que asignamos a nuestras experiencias pueden desarrollar nuestras creencias sobre si podemos o no, si somos dignos o no, y si somos lo suficientemente buenos o solo apenas alcanzamos el objetivo. Liberarnos del pasado significa que debemos aprender a soltar los fundamentos a los que estamos acostumbrados a comprometernos.

Esto no es para negar la realidad de las injusticias experimentadas dentro de la comunidad BIPOC. "Por ejemplo, el racismo, el sexismo y la homofobia crean barreras e incidentes concretos de discriminación (Hooks, 2014)". Nuestra autoestima y resiliencia son cómo respondemos a la injusticia. Permitir que nuestras experiencias pasadas creen bloqueos en nuestro pensamiento agrega al peso ya existente que puede evitar que experimentemos nuestros sueños más salvajes.

Nuestros sueños más salvajes están listos para nacer en el mundo cotidiano que habitamos temporalmente. Medita sobre la pregunta: "¿Cómo me defino?" Cuando aceptamos que el proceso de autodescubrimiento y sanación está en curso, podemos reconocer los avances en el camino. "Hay momentos en los que te sientes en paz, feliz y libre. Otras veces te quedarás atrapado en viejas ideas y comportamientos y sentirás que apenas avanzas (Chaney, 1996)."

"A través de nuestro viaje en la Tierra, nos hemos visto envueltos en una serie de eventos que son extremadamente significativos para nosotros—en oposición a incidentes que pueden haber parecido menos significativos (Chaney, 1996)." Cuando separamos nuestro yo presente de nuestra historia pasada, podemos aprender y crecer como personas. Con el tiempo, podemos liberar las viejas ideas y comportamientos que pueden mantenernos estancados.

Los recuerdos que son significativos para nosotros están cargados energéticamente con una frecuencia o respuesta del sistema nervioso específica. Algunos de estos recuerdos apoyan nuestro crecimiento y otros no. Estas frecuencias son responsables del miedo que sentimos y de la duda que surge cuando queremos tomar riesgos. Por eso, servicios como la terapia, la regresión a vidas pasadas, el reiki y la lectura de tus registros akásicos pueden servir como un espacio para liberarte de los efectos persistentes de tu pasado.

La sanación del niño interior también es una forma efectiva de despojarse de lo que ya no te sirve. En nuestra sociedad moderna, que idolatra el amor propio, no debemos olvidar el impacto que nuestra infancia ha tenido en nuestra forma de pensar y ser en nuestra vida adulta. "Lo admitimos a regañadientes (Ackerman (Hooks), 2014)". Aunque necesitamos reconocer las raíces de nuestro frágil sentido del yo, también es posible permitir que esas revelaciones nos consuman. Simplemente recordar los detalles de nuestro pasado no es el punto, sino encontrar formas de afirmar tu yo presente. Nuestras partes heridas se liberan a través de la verdad y la aceptación.

La misión es comprometerse con actos de amor propio y vivir conscientemente; mientras buscamos conciencia en todo lo que influye en nuestras acciones, valores y metas de la mejor manera posible. Elegir un sistema de apoyo que mantenga el espacio para tu crecimiento es esencial. Selecciona prácticas que empoderen la armonía dentro de la mente, el cuerpo y el alma. Cada día es una oportunidad para liberarte activamente de tu pasado.

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